Y Nació Adelas...

Dicen que los grandes cambios nacen en los momentos más simples. Así fue como, una tarde cualquiera, tres mujeres  que se cruzaron en el camino de emprender gracias a su participación el programa de Mexicana Emprende, impulsadas por la consul Tania se reunieron en una sala, unidas no solo con sus sueños, si no por un profundo deseo de marcar la diferencia.

Luz, una empresaria que había aprendido a base de caídas y levantadas; Blanca, una creativa apasionada que había visto demasiadas ideas brillantes apagarse por falta de apoyo; y Geraldine, una soñadora con un corazón generoso y un don para conectar a las personas, estaban cansadas de ver a tantas mujeres con talento y potencial quedarse en el camino.

El emprendimiento, para ellas, era más que una palabra de moda: era una herramienta para transformar vidas, para construir un legado. Pero también sabían lo solitario, abrumador y difícil que podía ser empezar desde cero sin una red de apoyo.

Como parte de la cuarta generación de Mexicana Emprende, habían seguido caminos distintos, pero compartían un mismo reto: la falta de espacios donde comercializar sus productos y fortalecer sus negocios. No eran las únicas. Su generación entera enfrentaba obstáculos similares, luchando en solitario en un ecosistema que necesitaba unión y sinergia

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Fue entonces cuando Acomm, una organización dedicada a fomentar el comercio latino en Montréal, tomó acción. Atentos a la necesidad creciente, lanzaron una convocatoria abierta para reunir a quienes quisieran dar forma a esta idea. La respuesta fue abrumadora. Al compartir la idea de postularse, algo hizo clic en ellas: ¿y si, en lugar de seguir cada una por su cuenta, creaban una organización que reuniera a más emprendedoras, integrando sus voces y fortaleciendo lo ya construido en otros programas?

 

Convencidas de que la clave estaba en la colaboración, organizaron una lluvia de ideas con otras personas clave del ecosistema emprendedor. En esa reunión, la diplomática Tania Lara , quien llevaba años impulsando proyectos comunitarios, las escuchó con atención y, tras un momento de silencio, dijo:

—Ustedes buscan más que solo vender. Quieren tejer una red, crear algo que permanezca y que fortalezca lo que ya existe. Me recuerdan a aquellas mujeres que, sin importar las circunstancias, abren caminos… ¿por qué no algo como Adelas?

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El nombre resonó en la sala. Era fuerte, significativo, evocador. Adelas no solo representaba a las mujeres que lideraban el proyecto, sino también a quienes habían emprendido antes que ellas, a las generaciones futuras y a todo aquel que buscara un lugar en este movimiento.

 

Así nació Adelas, un organismo sin fines de lucro que reúne a emprendedoras bajo una misma voz, fomenta la creación de redes y fortalece lo construido en otros espacios. Hoy, nos encontramos en el umbral de un gran comienzo. Pronto lanzaremos iniciativas que conectarán, formarán y empoderarán a más mujeres latinas, generando un impacto que irá más allá del emprendimiento: una comunidad que transforma vidas.

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Esta historia no es solo sobre ellas; es sobre todas nosotras. Porque cuando una mujer avanza, lleva consigo a muchas más.

¿Te unes al cambio? 💪✨